Por: Javier Sandoval Aguilera
Cada día entiendo menos al gobierno nacional. Por supuesto que no fui de los ingenuos que se creyeron el discurso conciliador del vicepresidente Choquehuanca hace un año atrás, cuando lo estaban posesionando, pero eso de meterse en de conflicto en conflicto está desgastando cada vez más esa ‘musculatura política’ del 55% que obtuvieron. Si siguen así, Arce y Choquehuanca, van a terminar como sus antecesores partidarios: Morales y García Linera: en una renuncia y su posterior ignominiosa (por no decir cobarde) huida al exterior.
Este gobierno está en la lógica de la venganza. Primero persiguiendo y encarcelando a todos los que osaron orquestar, según ellos, por supuesto, el ‘golpe de estado’, ya que se creían eternos en el poder; y segundo, imponiendo paquetes de leyes abusivas contra los opositores y la población en general, y hasta cercenando las autonomías, sólo por un afán revanchista y falso discursivo, porque lo ideológico del partido de gobierno es netamente simbólico y para contentar a ciertas bases y algún financiamiento extranjero y nada más. Ellos siempre buscaron el poder por el poder, así que el cuentito del ‘comunismo’ no me la creí nunca. Son unos simples y vulgares corruptos.
Sus tácticas distractivas ya las conocemos: aprueban leyes abusivas, entre gallos y medianoche, y mandan a sus lacayos a avasallar tierras o a bloquear a algunas zonas y listo. O proponen leyes que saben que van a descartar sólo porque ya tenían otras más poderosas en carpeta o previamente aprobadas y que, lastimosamente, pocos se dieron cuenta que existían. O también citan a declarar a alguna autoridad electa o se inventan un proceso nuevo. Cuentos viejos.
Ahora, con un paro indefinido encima, tienen la solución en sus propias manos: retroceder y buscar la abrogación de las leyes conflictivas. Es lógico que ellos no pueden hacerlo, ya que está en manos de la Asamblea Plurinacional, pero sabemos que sus asambleístas son meros levantamanos y que simplemente obedecen a los dictámenes del Ejecutivo. Ya han retrocedido antes con otras leyes y no ha pasado nada, pero parece que se están olvidando que el anterior paro indefinido se les salió de las manos y terminaron perdiendo el poder. La diferencia es que esta vez han mandado a la policía a desbloquear y a reprimir violenta y cobardemente a la población, situación que puede ser contraproducente para ellos, porque hace rato que los opositores perdieron el miedo, y mientras más los reprimen más valientes se hacen y más gente suman a su causa.
Otra cosa que están olvidando es que al anterior paro comenzó así: débil al comienzo y, a medida que pasaban los días, se hizo cada vez más fuerte y con más regiones que se sumaban. Yo no quiero que estalle la violencia, pero sé que la gente no se va a dejar atropellar por un gobierno abusivo. No lo hicieron hace dos y no tienen por qué hacerlo ahora. Y así vemos cómo la historia se repite.

Cruceño, ciudadano y opinador.