Al menos 46 personas murieron ayer en la madrugada después de que un autobús que llevaba a casa a un grupo de macedonios del norte tras un viaje turístico chocara y se incendiara en el oeste de Bulgaria, según autoridades y medios locales. El accidente ocurrió en torno a las 2 de la mañana, según las autoridades. Siete personas fueron trasladadas a hospitales.
Entre los muertos había 12 niños, según confirmó el fiscal jefe de Macedonia del Norte, Lubomir Jovevski, que visitó la escena del siniestro. En un primer momento no se confirmó la causa del accidente, aunque el vehículo parecía haber chocado con un guardarraíl de la autopista antes de estrellarse e incendiarse. El autobús formaba parte de una caravana de cuatro. Las autoridades indicaron que se abriría una investigación.
Fotografías tomadas poco después del siniestro mostraban al autobús envuelto en llamas y una densa humareda que se alzaba desde el lugar. A la luz del día, el autobús se veía calcinado y con todas las ventanas rotas, colocado contra la mediana de la autopista. “Nunca en mi vida había visto algo más espantoso”, dijo el ministro del Interior, Boyko Rashkov, a los periodistas en el lugar.
“La imagen es espantosa, las personas que estaban en el autobús se han convertido en carbón”, dijo Raskov. “Es imposible decir cuántos eran. Había cuatro autobuses que viajaban juntos y es posible que los pasajeros cambiaran de autobuses en las paradas”.
Medios en Macedonia del Norte, un país de dos millones de personas, dijeron que la policía estaba ante las oficinas en Skopie de la agencia de viajes que se creía organizó el viaje a Turquía.
El primer ministro en funciones de Bulgaria, Stefan Yanev, que también visitó el lugar, dijo a la prensa que era “una enorme tragedia”.
“Aprovecho esta oportunidad para enviar mis condolencias a los familiares de las víctimas”, dijo Yanev. “Esperemos que aprendamos lecciones de este trágico incidente y podamos evitar incidentes así en el futuro”.