Un comunicado del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado refiere que el crudo derramado muestra desplazamientos hacia el
norte del país debido al movimiento de las corrientes marinas.
De acuerdo con lo informado por Rubén Ramírez, ministro del Ambiente de Perú y principal figura del Comité de Crisis Ambiental, la declaratoria servirá para garantizar el manejo sostenible de los territorios afectados.
Así lo reseñó France24. Adicionalmente, la medida permitirá proteger la salud de la población debido a las implicaciones que puede tener el petróleo para el organismo.
“El derrame de petróleo crudo constituye un evento súbito y de impacto significativo sobre el ecosistema marino costero de alta diversidad biológica (fauna silvestre y recursos hidrobiológicos), y un alto riesgo para la salud pública; por lo que considera la procedencia de la Declaratoria de Emergencia Ambiental”, se lee en parte de la declaratoria.
La mencionada iniciativa gubernamental se sustenta en la consideración del Organismo de Evaluación y fiscalización Ambiental (OEFA) que verificó la presencia de hidrocarburos tanto en el mar como en una parte de la costa o franja de playa.
Asimismo, un comunicado del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) refiere que el crudo derramado muestra desplazamientos hacia el norte del país debido al movimiento de las corrientes marinas. Con ello afecta “las áreas de los Islotes Grupo de Pescadores de la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras en 512 hectáreas aproximadamente y la Zona Reservada Ancón en 1758.1 hectáreas, afectando la biodiversidad de dichos ecosistemas”.
“La marea hace que se vea afectada un área mayor, también en la biodiversidad y en playas. Tenemos 21 playas afectadas que están cerradas por las labores de limpieza”, dijo a France 24 en español Fabiola Muñoz, exministra del Ambiente de Perú.
El derrame de petróleo, que por el momento afecta a una extensión cercana a los tres kilómetros cuadrados de costa y mar, se produjo el día 15 cuando un buque petrolero que descargaba crudo para la refinería La Pampilla, operada por la empresa petrolera Repsol, se vio afectado, según la versión de la empresa, por el fuerte oleaje que se produjo tras la erupción volcánica en la isla de Tonga.