El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que la alianza de defensa estudia enviar más tropas al este de Europa, donde el aumento de militares rusos en torno a Ucrania a elevado las tensiones y se teme que se desate un conflicto bélico.
El bloque había adelantado horas atrás que sus miembros enviarían tropas a la región para estar a disposición, así como naves y cazas para aumentar las defensas de Europa en respuesta al despliegue ruso.
“Estamos considerando aumentar la presencia de fuerzas en el sureste de Europa”, advirtió en conferencia de prensa.
Según reafirmó previamente Stoltenberg, la OTAN “tomará todas las medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados”.
“Siempre responderemos a cualquier deterioro de nuestro entorno de seguridad, incluso reforzando nuestra defensa colectiva”, añadió el líder de la OTAN, que se reunió ayer, lunes, con la ministra de Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, para tratar la concentración militar de Rusia junto a la frontera de Ucrania.
“(Stoltenberg y Truss) debatieron la acumulación militar de Rusia en y alrededor de Ucrania y las implicaciones para la seguridad europea”, escribió en Twitter la portavoz de la Alianza, Oana Lungescu, luego del encuentro de ambas autoridades.
Añadió que Stoltenberg agradeció a Truss las contribuciones del Reino Unido a la defensa colectiva de la OTAN y “el fuerte apoyo a nuestro socio Ucrania”.
Truss, por su parte, indicó en Twitter que trató con el secretario general aliado el apoyo con armas defensivas a Ucrania por parte de Londres, “dejar claro a Rusia que cualquier incursión en Ucrania tendría severos costes” y sobre el papel central de la OTAN “para la paz y estabilidad en Europa”.
El encuentro tuvo lugar en la sede de la Alianza, en Bruselas, después de que Londres afirmara el sábado tener información según la cual Rusia busca instalar a un líder prorruso en Kiev mientras considera invadir y ocupar Ucrania.
Además, el Reino Unido ha empezado a retirar a algunos miembros del personal de su embajada en Ucrania, en respuesta a la amenaza de una posible invasión rusa.
Las tensiones se han disparado por el despliegue por parte de Rusia de unos 100.000 soldados y blindados pesados en las fronteras de su país vecino, a pesar de que el Kremlin insiste en que no está planeando una nueva incursión casi ocho años después de haber tomado Crimea.
Además de Reino Unido, también Estados Unidos y Australia ordenaron a las familias de los diplomáticos que abandonaran Kiev, mientras que Francia dijo a sus ciudadanos que evitaran los viajes no esenciales a Ucrania. Tanto Kiev como el jefe de la política exterior de la Unión Europea dijeron que cualquier retirada del personal diplomático parecía prematura, en medio de las dudas sobre la inminencia de cualquier ataque.
Sin embargo, las tensiones contribuyeron a que los mercados mundiales sufrieran una fuerte caída, con el mercado de valores de Rusia desplomándose y su banco central suspendiendo la compra de divisas después de que el rublo se desplomara.
