Luego que el Gobierno señalara días atrás que la tasa de desempleo fue reducida al 5,2% frente a los indicadores del 11,6% tenidos en el 2020; expertos en economía afirman que esta reducción no es más que el empleo enmascarado en la informalidad. En ese contexto se calcula que en Bolivia existe una tasa de informalidad del 80%.
El pronóstico de crecimiento económico en Bolivia dado por el presidente Luis Arce, semanas atrás, son alentadoras, poniendo al país nuevamente en la senda de crecimiento del 8,9% en 2021. Además de mencionar los logros sociales durante su gestión, como la reducción de la pobreza moderada a 36.3% y la pobreza extrema al 11%, ponderando la estabilidad de precios con el 0.9% de inflación en 2021, siendo la tasa más baja de Sudamérica. Sin embargo, admitió problemas con el empleo.
Para el presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez, la reducción de la tasa de desocupación en el país está “maquillada” con los empleos informales o la creación de pequeños emprendimientos que hacen creer que la población está con trabajo.
“Pareciera que hay una reducción, pero en realidad como se mide de esta manera hace notar que la informalidad se enmascara, es decir una persona sin menospreciar lo que hace, cuando realiza un trabajo informal en una rotonda vendiendo algo, la hacen considerar como empleada”, dijo el economista.
Por su parte Pablo Mendieta, experto en economía, afirma que si bien existen nuevos empleos, estos son de muy baja calidad, reflejados en la reducción de salarios y las condiciones en que son contratados. Señaló que al menos 100 mil puestos de trabajo en empresas formales se perdieron durante la pandemia.
“En el caso del empleo, hoy día hay más empleados que antes, porque como la gente necesita sobrevivir ha tenido que formar sus propias empresas, hacer sus emprendimientos pequeños y ver alguna forma de sobrevivir, entonces es en ese sentido el empleo en cantidad es más alto, pero en calidad, en términos de remuneración y seguridad social es peor que antes de la pandemia”, dijo Mendieta.
En el sector de la pequeña y mediana empresa reconocen que más del 70% de sus empresas han cerrado, debiendo despedir empleados y muchos han migrado al sector informal para subsistir a pesar de que hacen un daño a la economía.
“No es lo mismo vivir a sobrevivir, hoy en día estamos sobreviviendo un 25%, estamos hablando que un 75% ya no produce; estamos yendo en decadencia y sin duda este año va ser igual o peor que el año pasado”, apuntó Félix Huaycho, presidente de Fedemype.
En las agencias de empleo mucha gente del interior se registra para conseguir un trabajo, incluso personas profesionales. Un promedio entre 80 y 100 personas asisten de forma diaria en busca de trabajo, aunque al inicio de semana este número puede superar incluso las 150 personas.
Encontrar un empleo se complica, la exigencia de carnet de vacuna o la prueba PCR dificulta la obtención del mismo de forma inmediata.
Si bien Bolivia reporta una tasa de desempleo de 5,2%, está aún por debajo de países como Colombia, Brasil y Argentina con mayor índice de desempleo. Según la organización mundial del trabajo, América Latina tendría 28,8 millones de desempleados en 2022 recrudeciendo el mercado laboral a consecuencia de la pandemia.