Ante la insistencia de la familia de Patricia Pérez Araúz, quien falleció en un motel, en circunstancias poco claras para su familia, el Ministerio Público, según la hija de la víctima, habría reabierto el caso.
El hecho se remonta a dos años atrás, cuando Patricia salió de su domicilio para encontrarse con Juan Cruz Rivero, su expareja y padre de sus dos hijos menores de edad, de quien se había separado por violencia familiar.
Estando en el motel El Águila, donde ingresaron tras encontrarse, cerca de la medianoche su expareja se contactó con su familia para que llamen una ambulancia, porque ella estaba vomitando sangre. La mujer fue llevada a un centro asistencial, donde minutos más tarde murió.
El médico que le prestó los primeros auxilios, comunicó a la familia de la víctima que ella presentaba coágulos de sangre en la cabeza, tenía la clavícula y dos costillas rotas y laceraciones en los labios, por lo que su familia no dudó de que se trataba de un feminicidio, acusando a la expareja que fue aprehendida, aunque solo estuvo ocho horas entre rejas y fue liberado.

Los dolientes no quedaron conformes y de forma insistente pidieron que se reabra el caso.
Natalia González, hija de la víctima, indicó que recibió información del Ministerio Público de que se reabrió el caso y que nuevamente se evaluarán los indicios que, sostiene, no fueron tomados en cuenta o valorados de forma adecuada, en la primera investigación.
González adelantó que se volverá a llamar a declarar a los testigos, entre los que están “los médicos que atendieron a mi madre” y otras personas que tienen implicancia en este caso.
Sobre la expareja de su madre, mencionó que no saben de su paradero y que le perdieron el rastro desde que perdió la tutela de sus dos hijos, por lo que “no sabemos si se escapó”, esto a pesar de que tenía una orden de arraigo, “pero aun así, en Bolivia todo se puede”, dijo.
Uno de los hermanos de la fallecida dijo que el sujeto ya tenía antecedentes de violencia, estando ella embarazada.
