Por envío de gases y otros al país.
El embajador dijo que detalló que las investigaciones que se realizan en el vecino país demuestran que hubo intencionalidad en enviar armamento de manera irregular y en medio del conflicto político.
El embajador de Argentina, Ariel Basteiro, informó ayer que en su país ya son 14 las personas por el presunto envió irregular de gases lacrimógeno a Bolivia en el 2019, entre ellas, medio gabinete del expresidente argentino, Mauricio Macri.
“La investigación se está llevando delante de manera muy activa (…) en el caso de Argentina hay 14 imputados, medio gabinete de Macri está imputado en lo que fue un contrabando agravado”, señaló el diplomático argentino.
Mauricio Macri y varios de sus ministros de Estado son investigados por enviar material no letal sin cumplir las normas y procedimientos internos.
En una entrevista con Red Patria Nueva, detalló que las investigaciones que se realizan en el vecino país demuestran que hubo intencionalidad en enviar armamento de manera irregular y en medio del conflicto político.
Indicó que la declaración de los gendarmes revela que la aeronave ya tenía una carga armada que ellos desconocían. En tanto en Bolivia, el exdirector ceremonial de la Cancillería, Renzo A. F., está con detención preventiva mientras duren las investigaciones.
Según la investigación, el exfuncionario falsificó un oficio para habilitar el ingreso a Bolivia de los gases la madrugada del 13 de noviembre, horas después que Áñez tomara el poder.
El envío de ese material se descubrió por una carta de agradecimiento presuntamente enviada por el excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana, Gonzalo Terceros, al entonces embajador argentina Normando Álvarez. Se detalla, entre otros, 40.000 cartuchos antimotines.
Por otro lado, los primeros dos gendarmes que prestaron testimonio ante la justicia argentina, dijeron que al embarcar al Hércules C-130, el 12 de noviembre de 2019, “ya había una carga armada” que no estaba contemplada entre los pertrechos de los integrantes del Grupo Alacrán, informó ayer el embajador Basteiro.
Explicó que los convocados a declarar develaron que cuando abordaron la aeronave que los trasladó hasta la ciudad de El Alto de La Paz, en Bolivia, encontraron unas cajas con etiquetas de insumos.
“Ellos desconocían quién las subió, para qué lo subieron, no estaban dentro de los pertrechos que los propios gendarmes traían a Bolivia para garantizar la seguridad de la Embajada.
Era un cargamento por afuera (sin registro) de lo que ellos mismos traían como sus armas reglamentarias, como determinada cantidad de municiones, cascos y chalecos antibalas; pero nunca supieron qué hacían esas cajas ahí”, sostuvo Basteiro en declaraciones a la Red Abya Yala.
Señaló que los sargentos y suboficiales declararon que se sorprendieron cuando llegaron a Bolivia, porque efectivos de la Fuerza Aérea Boliviana esperaban ese cargamento para descargar, y que, aunque no sabían de qué se trataba, en Bolivia se sabía que estaba llegando.
Explicó que el cargamento pertenecía a la Gendarmería porque la compra la realizó la ministra de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri, Patricia
Bullrich, cuando un año antes en Argentina se había hecho un crédito para adquirir gran cantidad de armamento.
“Está comprobado, a través de investigación que hizo el juzgado que provenía de Gendarmería, que provenía de la compra hecha un año antes por el Ministerio de Seguridad; se trataba de municiones antidisturbios, (…) un escopetazo de esas municiones a corta distancia puede tener daños irreparables”, precisó.