Con Decreto Supremo por emergencia como en el 2016
Ante la escasez de maíz, los productores cruceños de oleaginosas proponen desempolvar o emular un Decreto Supremo del expresidente Evo Morales, con el que el mandatario les permitió la importación del producto genéticamente modificado por un lapso de tres meses.
Aprobar mediante Decreto Supremo, por emergencia alimentaria, dos eventos de maíz genéticamente mejorado para la producción agrícola, consumo y comercialización, incluida la importación, es la principal propuesta de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).
Ayer, lunes, el presidente de la organización, Fidel Flores, exigió al gobierno que autorice el uso de semillas de maíz genéticamente mejorado.
“La solución que propone el Gobierno, de importar maíz producido con tecnología convencional para responder a la demanda actual de maíz, no es viable.
Nosotros planteamos una salida real a la demanda creciente del grano, que consiste en la aprobación de dos eventos de maíz genéticamente mejorados, de tal modo que no solo puedan ser importados, sino también producidos por Bolivia para responder a su demanda interna, como debe ser, para proteger y consolidar la soberanía alimentaria”, enfatizó Flores, en una conferencia de prensa ofrecida en instalaciones de Anapo.
Además, Anapo sugiere al Gobierno que, a la vez de autorizar el cultivo de maíz genéticamente mejorado, establezca que la producción agrícola se realice de forma regionalizada solo en el departamento de Santa Cruz, en base al estudio de zonificación para uso de maíz genéticamente modificado que ha sido elaborado por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf).
“Pedimos al Gobierno que autorice al Iniaf la evaluación de semillas con maíz genéticamente mejorado en el marco de la normativa semillera y, una vez cumplido este paso, podremos contar con semilla validada y adaptada a nuestras condiciones locales para aprovechar mejor el potencial de esta herramienta tecnológica”, dijo Flores. Añadió que “una vez que sea emitido el decreto supremo, ya se puede autorizar de forma inmediata la importación de maíz con biotecnología de los eventos que serían permitidos para su producción y consumo en Bolivia; de otro modo nos enfrentamos a una contravención a la normativa establecida en el país”.
En condiciones normales, la producción de maíz alcanza las 900 mil a un millón de toneladas anuales; mientras que la demanda nacional llega a 1,2 millones de toneladas. “Con la aprobación del uso de biotecnología en maíz podríamos alcanzar una producción entre 1,5 y 1,6 millones de toneladas, con lo que responderíamos con soltura a la demanda nacional, sin necesidad de importar o del contrabando de maíz que ya es genéticamente mejorado”, explicó el presidente de Anapo.
Este año, la falta de maíz es real y se debe a que la superficie de siembra viene disminuyendo gradualmente por la baja productividad que se obtiene como consecuencia del ataque de plagas, como el gusano cogollero o de condiciones climáticas adversas como la sequía, que en esta campaña de verano incluso afectó el sur del departamento de Santa Cruz y parte de Tarija.
El decreto de EVO
En julio del 2016, el entonces presidente Evo Morales y empresarios agroindustriales de Santa Cruz, acordaron la importación de 400 mil toneladas de maíz argentino, destinada a cubrir la demanda de los sectores productivos, ante la escasez del grano a consecuencia de la sequía en tierras orientales.
Julio Roda, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) de ese entonces indicó que sostuvieron una amplia reunión con Morales a quien le explicaron las graves consecuencias de la sequía en el departamento y que de allí se logró el Decreto.
“Todo el maíz que se va a importar es transgénico y la cantidad va a llegar más o menos a 400 mil toneladas, es lo que vamos a requerir. Depende de la campaña y la cosecha que se tiene en la parte sur de Santa Cruz. El monto asciende más o menos a unos 55 millones de dólares para cubrir nuestra deficiencia como bolivianos”, dijo en su momento Roda.
Por parte, Morales explicó que era la primera vez que se hacía ese tipo de importación, dado que era de emergencia y por un tiempo de tres meses.
“Si la campaña de invierno hubiera tenido lluvias, no hubiéramos tenido que importar maíz”, manifestó el mandatario en ese entonces al anunciar la importación desde agosto del 2016.