Dedicada al sicariato
“Fiscalía adelanta judicializaciones contra 15 personas, presuntamente responsables de múltiples homicidios en el Meta”, refiere el titular de la nota de prensa de la Fiscalía de Colombia, donde menciona al colombiano John Walter Tibaduiza Hernández, sospechoso en Santa Cruz – Bolivia de haber participado en la ejecución de tres policías el 21 de junio en la comunidad Los Cuchis del municipio de Porongo.
Tibaduiza fue detenido junto a 13 hombres y 2 mujeres, como presuntos responsables de la muerte de 6 personas, en Villavicencio (Colombia). Los capturados fueron presentados ante varios juzgados. Varios de los implicados de ese entonces, habrían conformado grupos delincuenciales organizados como ‘Los Marios’ y ‘Los Paisas’ que se dedicaban a cometer sicariatos selectivos, señala este portal.
El grupo que supuestamente integraba Tibaduiza se denomina ‘Los Paisas’ y se les atribuye la muerte del abogado Óscar Augusto Poveda Estrada, donde resultó herido John Harry Bolívar Sierra, ocurrida entre marzo y abril de 2018, ambas personas fueron atacadas con disparos de arma de fuego. El colombiano fue imputado por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo con porte ilegal de armas, agravado en concurso heterogéneo con utilización de menores.
El extranjero fue detenido junto a Juan Sebastián Gutiérrez Martínez, alias Loquillo (24), Jeferson Stik Molano Marín (29), José Darío D. M. (44), a estos dos últimos les dieron detención domiciliaria en Colombia. El nombre de John Walter Tibaduiza Hernández tomó notoriedad en Santa Cruz después del asesinato de tres uniformados de la policía e incluso fue mencionado, y con su fotografía, en el organigrama de la banda criminal ejecutora.
El 22 de junio, John Walter, fue retenido viajando en trufi por policías del retén de Puesto Méndez en el municipio de Montero, donde fue interrogado por los uniformados quienes a decir del colombiano le quitaron su celular y 6 mil dólares que cargaba en su bolsillo, para dejarlo continuar su viaje.
Una semana después se comunicó con la red Unitel donde contó esa versión y que abandonó el país ante el temor de ser asesinado por la Policía, debido a que su nombre circuló en los medios como sospechoso de la matanza de Porongo. “No tengo nada que ver en esas muertes. Mi único pecado es haber estado en un vehículo similar al que escaparon los verdaderos asesinos de esas personas. Yo llegué a Bolivia a invertir en Fincas y ese día estaba por la zona donde ocurrió todo”, dijo en entrevista.