Tras avasallamiento
“Fuimos a dialogar y recibí un impacto de bala y así quedé”, relató Mario Zapata, comunario afectado en el desalojo violento del pasado 21 de julio, que encabezó un grupo irregular, de al menos 200 personas, denominadas interculturales de San Julián, que tomaron por la fuerza las comunidades El Tigre y Chuchial, en la zona de Pailitas, en el municipio de Ascensión de Guarayos.
Los comunarios afectados son afiliados a la Sub Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos e intentaron retomar el diálogo con los interculturales, pero fueron recibidos con disparos en un puente de madera, que los presuntos avasalladores destruyeron para que la Policía no ingrese hasta la zona del conflicto.
En un video realizado por un dron, en la zona del enfrentamiento se puede observar cómo los interculturales hacen reventar petardos, alertando a sus demás compañeros, además de personas armadas que intentan refugiarse a orillas del río, mientras que del otro sector, intentan cruzar el puente para retomar sus tierras.

El herido, con un disparo en el brazo y la espalda, fue trasladado en una ambulancia hasta un centro médico de la localidad de Hardermann. Hasta ayer se conocía solo de una persona herida.
En Santa Cruz, el nuevo comandante departamental de la Policía, Jhonny Chávez Bascopé, evitó referirse a los conflictos y a la presencia de personas armadas en Las Londras.
Simón Chuviru Cababa, dirigente afectado por los avasallamientos, que vive hace 28 años en El Tigre, identificó a Paulino Camacho Vedia, Santos Humérez, Elías Tejerina, Mario Colque y Nicolás Ramírez Taboada como las personas que lideraron la toma de sus tierras, en medio de amenazas, y presentó una querella criminal por los delitos de asesinato en el grado de tentativa, privación de libertad, lesiones graves y leves, asociación delictuosa, amenazas, tenencia o portación ilícitas de armas, robo y organización criminal.